miércoles, 27 de mayo de 2009

PUBLICIDAD Y CONTRAPUBLICIDAD


ELLAS HAN SIDO ELEGIDAS PARA REALIZAR ESTA CAMPAÑA PUBLICITARIA...



ELLOS TAMBIÉN HAN SIDO ELEGIDOS PARA PROBAR LOS PRODUCTOS ANUNCIADOS EN ESTA CAMPAÑA ...





"EL PRODUCT PLACEMENT"

Puede decirse que “El Product Placement” o emplazamiento de productos se inicio en el año 50, cuando como forma de publicidad no convencional, se situaban marcas, logos o productos publicitarios en espacios destinados al ocio o al entretenimiento, estratégicamente colocados, de una forma natural, sin que ello adulterara la acción de la secuencia audiovisual.
Se utilizó en un principio en el cine y en la televisión, ampliándose a medios tan heterogéneos como la música popular, los videojuegos, dibujos animados e incluso la literatura.
Aparecen de una forma evidente, en un lugar visible al espectador, en un entorno que se asemeja al nuestro dándole mayor realismo y permitiéndonos observar la utilización del mismo, por lo que no considero que haya que tacharlo de publicidad subliminal. Los telespectadores lo preferimos a otras técnicas publicitarias.
Fue creado como un sistema para poner remedio a la progresiva disminución de efectividad de los anuncios televisivos tradicionales, principalmente debida a la saturación de spots y al zapping que evita ver comerciales. Además en la franja comercial, el telespectador aprovecha para hablar por teléfono, comer o simplemente ir al baño.
Los anunciantes utilizan el emplazamiento de sus productos en series o películas cuyo público se parezca al segmento al que pretenden llegar, que las apariciones estén acordes a la imagen de marca y con un tiempo de visibilidad que permita al espectador percatarse de la inserción.
La apreciación de los espectadores es a veces inconsciente, puesto que pocas veces va a verse un detalle del producto. Se muestra como un elemento más de la escena.
Si el producto audiovisual tiene la audiencia suficiente el emplazamiento de producto es rentable. Al no afectar al desarrollo de la trama televisiva que se esté viendo, siempre y cuando no se vea forzado el objetivo de publicitar, ya que su abuso puede originar rechazo en el televidente, dotando de coherencia el emplazamiento del producto y aprovechando el prestigioso del personaje que aparece en escena, la efectividad de la publicidad se intensifica. La aparición del producto debe de ser breve para evitar una saturación que sería perjudicial para las partes.
Aunque no se puede predecir qué influencia tiene sobre la elección final del consumidor, es bastante más económico que la publicidad tradicional y es contemplado por millones de espectadores dentro de un producto televisivo que es de su agrado, provocando una mayor receptividad.

LA CAMPAÑA DE LOS PELETEROS

“En la actualidad, con el desarrollo acelerado de la tecnología y la expansión del capitalismo neoliberal que busca la máxima ganancia en el menor tiempo posible, como en la época del capitalismo mercantil surgen los negocios dedicados a la circulación y difusión de mensajes que por su amplia cobertura ciudadana atraen el interés, no sólo de los empresarios más poderosos, sino también de los gobernantes y actores políticos en general, aunque del ámbito público sólo los políticos poderosos pueden acceder a ellos en calidad de actores. Estos medios, especialmente la televisión, debido a su gran impacto en la construcción de una visión social del mundo (Martín Serrano, 1985), se convierten a su vez en actores sociales y comienzan a definirse como actores políticos en alianza con los poderes político y financiero”.
Jean-Marc Ferry, en su aportación al libro El nuevo espacio público (1998), en cuanto al espacio público, Ferry afirma que:
Actualmente en los medios de difusión los grupos de poder se expresan protagónicamente, tanto en su dimensión política como económica, pero no necesariamente se da cabida a otros actores distintos u opuestos con sus propios intereses y mensajes. Incluso con frecuencia a estos grupos se les disfraza, descalifica o sustituye. Lo que sí se hace es hablar de los otros actores sociales, pero construyendo la imagen de ellos que conviene a los intereses de quienes controlan los medios.
Dentro del espacio público, el contexto que legitima las relaciones de poder entre los actores en juego es el de la política y la economía.
En la actualidad, el papel de los medios de comunicación se traduce en diversión o entretenimiento. "La función de comunicar, difundir, informar, está determinada por el control político del estado y los intereses mercantiles de dueños y patrocinadores. Las necesidades, intereses, derechos, expresiones y posibilidades de comunicación de los grandes sectores de la población son mínimamente recogidos, manipulados, mediatizados o ignorados por el grueso de los medios."
Cada vez más lo político se entremezcla con lo comunicativo y van de la mano en las nuevas estructuras sociales de fin de siglo para mantener el dominio social de ambos actores. Su relación es indispensable y su acción inminente. La política no puede alejarse más de la comunicación.
Y si concebimos a la comunicación como un poderoso conglomerado económico a fin de siglo, entendemos entonces la alianza de la economía con la política. Entendemos por espacio público el "marco mediático gracias al cual el dispositivo institucional y tecnológico propio de las sociedades post industriales es capaz de presentar a un "público" los múltiples aspectos de la vida social.". Es el medio en el cual la sociedad se presenta como espectáculo y se representa a sí misma.
Hoy en día no existe el espacio público sin los medios de comunicación. Lo público es público en la medida que se ve escenificado en los medios masivos. Y esta condición no es sólo para la sociedad. El ámbito de la política requiere también de los medios y sus modelos para permanecer en el ámbito de lo público. (Barbero, 1992). La política ha tenido que hacer uso de los medios y de sus lógicas por su incapacidad para apelar a la sociedad. (Ferry, 1992)

Referencias bibliográficas y webgrafía:

Martín Serrano, Manuel. La producción de comunicación social. Cuadernos del CONEICC. México, 1985.
Ferry, Jean-Marc; Wolton, Dominique y otros. El nuevo espacio público. Gedisa. Barcelona, 1998.
www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n17/17sespinosa.html - 90k -
Martín Barbero, J Televisión y melodrama. Tercer Mundo. Bogotá. 1992.
WOLTON, D. Marc Ferry y otros: El Nuevo Espacio Público. Ed. Gedisa, 1992.

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

“Los medios de comunicación se han unido en contra de la ley y han lanzado la campaña "Con los jóvenes, con la libertad publicitaria" en la que promueven la autorregulación publicitaria, tal como recomienda la Comisión Europea y alegan que se está violando la libertad de expresión”.
Existe una gran polémica motivada por la publicidad de bebidas alcohólicas entre quienes creen que hay una analogía entre la publicidad de bebidas alcohólicas y el consumo de alcohol, y quienes piensan que la consecuencia vital de esa publicidad es lograr que los ya consumidores se adhieran a una marca determinada.
“La prohibición de la publicidad en este tipo de productos se ha mostrado totalmente inútil para aminorar sus consumos. Y además supone una merma de los derechos y libertades de los consumidores y empresas. Es una intromisión del estado intolerable, y que se realiza simplemente por una cuestión de imagen pública, que carece de fondo. En realidad no solucionarán nada, porque no interesa, los impuestos sobre el tabaco y el alcohol cubren de sobra los gastos sanitarios, recalco la palabra “de sobra”, es decir, los consumidores de tabaco y alcohol están financiando el estado de forma extra. No interesa prohibir este tipo de productos, porque además de los ingresos en forma de impuestos que generan, supondrían un grave trastorno económico y social”.
Considerando que una ley restrictiva no siempre es la mejor solución, se podrían potenciar la autorregulación adoptando medidas menos drásticas que la erradicación y prohibición de la publicidad de bebidas alcohólicas. Por ejemplo “Puesto que las empresas fabricantes de bebidas alcohólicas obtienen importantes beneficios: Destinar un porcentaje de los beneficios de las empresas fabricantes de bebidas alcohólicas a la financiación de: programas de prevención del consumo de alcohol, educación para la salud y actividades de ocio alternativas”.
Surge la necesidad de proporcionar información y educar a la sociedad sobre la ingestión excesiva de alcohol, para que entiendan que se puede disfrutar de un consumo moderado sin llegar a ser perjudicial, fomentar un consumo responsable. “La Federación Española de Bebidas Espirituosas describe, en su decálogo, cuál es el perfil ideal del buen bebedor, un consumidor sano y adulto que conozca sus propias limitaciones y los productos que se encuentra en el mercado, su correcta administración y los momentos indicados para consumirlos. También se pretende la estricta observancia de la legislación vigente, especialmente la que hace referencia a los menores de edad y los conductores”.
“El modelo cognitivo/afectivo/conductual, que hoy constituye el paradigma dominante en el campo del análisis publicitario, considera que existe un proceso en la recepción de los mensajes por el cual los consumidores se reajustan primero cognitivamente (adquisición de conocimientos), después actitudinalmente (motivaciones/frenos) y finalmente de forma fáctica (compra/consumo). Este proceso es además “en embudo”, lo que significa que muchos consumidores potenciales se quedan en el camino y no pasan al estadio siguiente”.

Webgrafía:


http://www.auc.es/Documentos/Publicaciones/TRIPTICO%20MENORES%2003.pdf.
http://etc.territoriocreativo.es/etc/2007/01/esta_campana_in.html.
http://www.infoconsumo.es/downnot/99/diciembre/19-12-99/n4.pdf.
http://www.auc.es/Documentos/Documentos%20AUC/Docum2004/docu09.pdf

CANAL DE RETORNO

Vivimos en la era de la tecnología y en la cultura de la imagen. Los medios audiovisuales hechizan a las personas y las estancan frente a la pantalla durante horas, brindando productos de la más diversa índole, cada vez más complejos y personalizados. La televisión se encuentra en casi todos los hogares del país, y el avance de Internet es inexorable.
La gran novedad de la televisión digital reside en implantar el concepto de interactividad en un medio pasivo. Esta primicia tendrá una emanación directa en el aspecto económico y en el de la producción, que por la interactividad llevará a un aumento de la demanda en el contexto de la convergencia entre los tres grandes sectores: televisión, telecomunicaciones e informática. La llegada de la digitalización, al igual que todas las innovaciones tecnológicas, no es un fenómeno repentino, sino un fenómeno en continuidad con las grandes tendencias que recorren el sector desde hace años de forma paralela y solapándose: “multiplicación y especialización creciente de la oferta; segmentación paralela de los consumidores; avance de la lógica de pago por el consumidor; concentración creciente y globalización de los productos, las programaciones y los capitales” (Bustamante, 1999, pp. 171-172).
El receptor se sitúa más cerca del epicentro del sistema televisivo, ya que su presencia es más activa debido a la creciente participación del público en la televisión. Esto se produce en gran medida, gracias a la utilización de las nuevas tecnologías, como en el caso de la utilización de los mensajes a móviles y las llamadas telefónicas, que además ayudan a aumentar sus fuentes de ingresos. Los telespectadores pueden opinar sobre un contenido televisivo mediante un mensaje sms a un número corto que aparece sobreimpreso. Estos mensajes entran en un sistema llamado VectorChat, que es una plataforma de fácil uso que permite incorporar los mensajes enviados por la audencia. Unos segundos más tarde, los retiene o incorpora inmediatamente al programa. Existe un filtro humano que selecciona que mensajes aparecerán en pantalla y cuáles no.
Este incremento de la interactividad, que se espera culmine con la llegada de la televisión digital, viene determinada al igual que la oferta por las necesidades del emisor. Carlos María Arnanz, señala que en la actualidad “la autonomía del consumidor final puede ser pequeña y mediatizada, y su capacidad de decisión puede parecer poco crítica o alienada, pero con frecuencia tiene efectos demoledores sobre los productos televisuales” (Arnanz, 2002, p. 23).
El receptor siempre va a estar condicionado por la oferta, pero suyo va a ser siempre el mayor poder; “ante todo es él quien conecta su televisor como sujeto operatorio, quien cambia de cadena o apaga el aparato y quien interpreta” (Bueno, 2000, pp. 329-330). El poder reside en esta capacidad de apagar la televisión apretando un botón.
La clave del nuevo negocio de la televisión digital va estar en la distribución, ya que como indican los estudios del profesor Bustamante, por las propias especificidades del mercado de la televisión los costes fijos son elevados pero el coste marginal es mulo (Bustamante, 1999). En la televisión digital precisamente destaca la posibilidad de nuevas formas de distribución. Pero lo que está claro es que algo hay que distribuir, y si hay algo en lo que coinciden los especialistas en la materia es en que el que controle los contenidos tendrá el poder.
Sin contenidos no se venden receptores y como señala Emili Prado “la convergencia tecnológica requiere un ritmo más pausado que el impuesto por las expectativas económicas, no es viable la convergencia sino se hace sobre la base de una oferta de contenidos y servicios sólida... la variable de más peso son los contenidos” (Prado, 2002, p. 177). De momento el problema es que la digitalización ha dado como consecuencia una multiplicación de canales pero la mayoría de los contenidos que circulan por ellos son del mismo tipo, cuando no exactamente los mismos. Situándonos en la importancia de poseer los contenidos, es desde donde se puede ver el papel tan importante que desempeñan las productoras independientes en la actualidad, que junto con los pequeños productores a nivel local, como pueden generar las televisiones locales y regionales, están llamados a desempeñar un importante papel en un futuro que ya ha comenzado.
La calidad de un programa de televisión depende más de la creatividad y de la intencionalidad de su autor y de la disposición del canal que lo emite que de los avances tecnológicos que utilicemos. Podemos tener una tecnología extraordinaria, y a la vez unas ideas y una disposición tan lamentable como algunas de las que ahora conocemos. Con la televisión digital habrá nuevas posibilidades creativas, pero parece que los programas “basura” que tanto éxito tienen seguirán existiendo en la nueva televisión. Lo más positivo de la nueva fórmula está en que facilita la existencia de un telespectador más activo, que puede seleccionar mejor lo que quiere ver y a la vez podrá participar en la programación.

Referencias Bibliográficas y Webgrafía:

Bustamante, E. (1999). La televisión económica. Financiación, estrategias y mercados. Barcelona: Gedisa.
Arnanz, C. M. (2002). Negocios de televisión. Transformaciones del valor en el modelo digital. Barcelona: Gedisa.
Bueno, G. (2000): Televisión: Apariencia y Verdad. Barcelona: Gedisa.
Prado, E. (2002): "La televisión del siglo XXI: entre la espectacularización de la realidad y la realidad espectacular", en P. Lobatón (ed.): La Televisión en tiempos de guerra, Madrid : Gedisa.

SPOT PUBLICITARIO

Al analizar este spot publicitario, vemos que se enmarca en un entorno social de clase baja, las calles no asfaltadas y la apariencia de los coches, nos ubican en un país en vías de desarrollo.
Se pretende promocionar valores como el prestigio, poder, belleza, felicidad, modernidad, afán de posesión, éxito social-sexual y sobre todo fomentar el consumismo, relacionándolos con pertenencias materiales, en este caso, con un automóvil.
Lo primero que vemos es al protagonista con una determinada imagen, un joven de origen hindú de unos 25 años, con cierto estilo de vida (trabajo artesanal) y una clase social concreta. La música que acompaña al anuncio es divertida, movida, sugiere sensación de libertad, riesgo, fuerza y alegría. Observamos perplejos como destroza su viejo coche precipitándolo contra una pared. Posteriormente vemos como lo repara con los pocos recursos que tiene a su alcance tales como un elefante, un martillo y un soplete hasta conseguir que se parezca a la imagen de un recorte de una revista en el que aparece un Peugeot 206, que lleva consigo. Una vez que consigue que su antiguo coche se parezca al del recorte, lo vemos en su nuevo coche, con dos amigos con gafas oscuras y música que invita a adentrarse en el mundo de la noche. La figura femenina se presenta como un objeto de deseo más para ser consumido, por el mero hecho de poseer un automóvil estéticamente superior, las mujeres serán más fáciles de conseguir. Llegando a trasmitir que al poseerlo su vida cambiara, increíble pero cierto, solo por una posesión material, se vende el acceso a una vida mejor, a través de una imagen falsa, como si la pobreza en la que se encuentra sumergido fuera a desaparecer.
Es significativo que el anuncio se encuadre en un país, donde el bajo nivel de vida es evidente, no disponiendo la sociedad del poder adquisitivo necesario para permitirse un automóvil de tales características.
Nos promociona un automóvil cuya marca es asequible para las personas de clase media de los países occidentales. La conclusión que saco es que pretenden hacernos creer que estos países se han convertido en el modelo a seguir por los países orientales
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PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA SOCIEDAD.


PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA SOCIEDAD.

La opinión pública puede llegar a absorber tal exceso de informaciones, que es incapaz de distinguir la información veraz, de la desinformación o de la manipulación, es decir, el destinatario de ese gran flujo informativo no tiene capacidad suficiente como para digerir y procesar ese ingente material.
Ahora bien, el beneficiario del flujo informativo, es soberano en cuanto a su libertad de elección de medios de comunicación, de este modo, la prensa escrita tradicionalmente se ha caracterizado por unos niveles de prestigio mayores que los obtenidos por los medios audiovisuales, ello puede ser debido a que la información tratada se somete a un proceso de análisis más profundo, distinto al que puede aplicarse a los audiovisuales, así el impacto producido por una noticia en el espectador cobra mayor relevancia si es emitida de forma inmediata, incluso en directo, de este modo, en las redacciones de los medios informativos, en ocasiones ante determinadas noticias denominadas de alcance no hay tiempo material para contrastar las noticias aparecidas en los teletipos y es necesario optar entre la inmediatez con el consiguiente riesgo de faltar a la verdad o conseguir un relevante impacto visual en la audiencia del medio.
Por su parte, la prensa escrita tradicional, no digital se enfrenta a un grave problema: la voracidad de la televisión, así el contenido de una noticia difundido en un periódico un día después ya es historia
Por su parte la radiodifusión, se enfrenta con el reto de tener que utilizar la palabra para proporcionar entidad visual a la noticia, objetivo que se consigue a través de descripciones o narraciones basadas en la aportación de múltiples datos, que permiten al oyente formarse una idea muy exacta de la noticia, a través de la sucesión de testimonios e informaciones que reemplazan esa invisibilidad del hecho noticiable.
La función social de los medios de comunicación es la de formar, informar y entretener. Si bien, a pesar de ser esta su función social, también es necesario tener en cuenta que no se puede condicionar la voluntad del receptor, pues los medios ofrecen contenidos muy variados, y el destinatario de los mismos es el que tiene la facultad de seleccionarlos o elegirlos.
Ahora bien, no es menos cierto que algunos medios de comunicación, denominados sensacionalistas son capaces de crear elevados índices de audiencia difundiendo informaciones que rozan en algunos casos los límites éticos de la cultura de la información, llegando a ocasionar conflictos entre el derecho a la intimidad personal y el derecho a la libertad de comunicación.
Así mismo, es necesario destacar que la televisión sigue siendo un medio omnipresente en la vida social, a pesar de que las nuevas tecnologías avanzan de una forma vertiginosa.
La televisión viene creando desde hace décadas unos modelos, estereotipos o patrones, que son asumidos por la colectividad como normas de conducta, así por ejemplo, la imagen difundida por este medio del canon de belleza en las pasarelas de moda más prestigiosas del mundo, se convierte en el modelo a seguir por millones de jóvenes en todo el mundo, llegando a crear casos de anorexia nerviosa o bulimia por imitar ese canon de perfección, que se impone como un estereotipo de belleza y aprobación social. Incluso se ha desarrollado una verdadera cultura del aspecto, en el sentido de que quien no se ajusta al estereotipo difundido como modelo por los medios esta fuera del círculo de las oportunidades a nivel social, económico, etc.
Igualmente la posesión o uso de determinados bienes o servicios creados por la publicidad como sinónimo de un determinado status social comporta, que si conduces tal o cual vehículo, o si vistes esta u otra marca obtendrás grandes dosis de autosatisfacción personal y un elevado grado de aprobación social, de este modo, se ha instalado en nuestra sociedad actual la denominada cultura de marca, que es gestionada por parte de todos los operadores económicos que confluyen en el mercado, así algunas empresas utilizan estos signos marcarios para proporcionar al consumidor un plus de calidad en sus productos marcas de garantía y obtener con ello una ventaja competitiva de orden superior con respecto al resto competidores, por su parte muchos consumidores hacen uso de estos signos como símbolos de su poder y capacidad económica, como verdaderas referencias de su status.
En definitiva, la influencia ya sea positiva o negativa que ejercen los medios de comunicación sobre nuestra sociedad actual, produce una auténtica transformación del individuo.

INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA ECONOMÍA O LA POLÍTICA.

En la moderna sociedad de la información los medios de comunicación desempeñan el rol principal a la hora de difundir ideas y cultura. No solo la realidad cotidiana, ya sea política, cultural e histórica nos llega a través de la descripción que de ella hacen los medios, condicionando consecuentemente nuestra percepción de esa realidad, sino que los valores que defienden, explícita o implícitamente, son transmitidos al ciudadano, que acaba por aceptar y hacer suyos, a base de recibir repetida y masivamente los mismos mensajes, rodeados de la credibilidad con que los entramados empresariales mediáticos los rodean.
Hoy en día, los medios de comunicación
constituyen una herramienta persuasiva que nos permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto a escala nacional como internacional.
La institución de los medios de comunicación debe considerarse como parte del sistema económico, ya que mantiene estrechos lazos con el sistema político.
Estos intereses están relacionados con las necesidades del beneficio de las operaciones de los medios y con la rentabilidad de otras ramas del comercio.
El objetivo esencial del sistema de medios es el lucro económico. Cuanto mayor sea el público, más podrán cobrar el distribuidor y el productor por la publicidad.
Esta claro que las comunicaciones de masas de hoy en día son parte central de nuestra estructura institucional. Al mismo tiempo que son industrias de pleno derecho, ha penetrado en cada una de las instituciones sociales básicas de nuestra sociedad: por ejemplo: con su énfasis en los servicios y productos del sistema industrial y comercial, constituye un elemento fundamental de la institución económica.
Los medios masivos de la comunicación tienen un impacto y cumplen una función cultural e ideológica, buscan un beneficio que es la obtención de ganancia y con ello la acumulación del capital. La publicidad y la comunicación masiva se identifican como instrumento económico de dominación cultural o ideológica.
Sabemos que publicidad es el gasto que se destina a una industria o la totalidad de industrias a anunciar y dar a conocer sus productos entre el público consumidor con el propósito de expandir su producción.
Las primeras van a comprar los servicios de las segundas para hacer la publicidad a sus productos, mientras que las segundas van a vender a las primeras, tiempo de transmisión, como la radio, televisión, o espacio (periódico).
Se concluye que existe una estrecha relación de intercambio entre las empresas de bienes de consumo y los medios de comunicación, relación definida como publicidad (esta funciona como intermediaria) pues esta pasa a ser la manera en que las empresas y los medios de comunicación se relacionen.